Momentos de deseo y de espesor, partículas de olor del pasado y ganas de saborear el futuro casi inmediato.
Un toque suave y delicado.
La casualidad -causal- de las sensasiones nos sorprende en un respiro que nos deja sin aliento, nos detiene en un placer inmensurable y nos une en un no-mundo del no-tiempo.