sábado, 23 de octubre de 2010

Hoy es así.

Creo que es normal. Sentirse feliz todo el tiempo quizá no es un estado fácil de mantener, aunque me gustaría saber hacerlo.
Hay días, hay noches, hay nubes grises, hay vinos que simplemente conducen a las lágrimas y a la ansiedad.
Hay amistades que se van y seres cercanos tan cercanos que es casi imposible poder estar bien cuando ellos están mal.
Sería bueno poder sonreír todo el tiempo, seguir bailando sin pensar en más nada, pero es que simplemente hay días que no están dados para eso.
La alegría llegará de nuevo, quizás esta noche, quizás mañana, pero llegará y yo habré aprendido un poquito más. Mientras tanto, me entregaré a la cama de sábanas blancas por un rato más hasta que se vacíe el lago de sentimientos revueltos y que tras la lluvia, vuelva a llenarse de estabilidad, alegría e inspiración positiva.

No hay comentarios: