Ella dijo:
- La falta de maíz me ha hecho comer chocolate.
Meses más tarde dijo algo más:
-Está bien que no pueda comer maíz, pero ahora, ¿sin chocolate?
La vida sin chocolate la hace querer más maíz. Por eso duerme. Tanto dormir la hace escapar de sus obligaciones. Si tan sólo pudiera comer maíz una vez a la semana podría llevar esto de no comer chocolate con menos pesar.
Ah... maíz!
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