En estos días quizá haya habido mucho por decir, pero poco ha sido escrito. En estos días he tenido mi cabeza en todos lados y en ninguna parte. He sentido grandes alegrías, he cumplido y evadido obligaciones, he tenido satisfacciones, he trabajado y he escrito a mano, he llorado y reído, he comido y bebido en compañía de seres especiales. He compartido con mis padres como desde hace algún tiempo no lo hacía. He estado triste, se me han alborotado las hormonas, boté un par de lágrimas que pudieron ser vistas por alguien que no fui yo misma frente al espejo... y todo por culpa de una vulnerabilidad femenina que quería salir porque la tengo como amaestrada, no la dejo exteriorizarse porque siento que todo es mental y que todo puede ser controlado con buenos pensamientos y energías. Pero me di cuenta de que no puede ser así todo el tiempo, no soy un aparatito electrónico con un switch de encendido y apagado. Y estuvo bien, me di mi día triste.
Ahora me doy mis días de enfrentar la responsabilidad y de manejar el tiempo. Debo escribir mucho y poco quiero. Es sólo una semana y es el fin... las energías, la inspiración, la capacidad de análisis y el empuje no sé de dónde los sacaré. Quizá de un poco de música inspiracional y de un poco de vino nocturno. Después de esto no queda más que el trabajo personal, el proyecto final de grado, nada más y nada menos... y utilizando la expresión en su sentido literal y no figurado.
1 comentario:
En esos dias de reencuentro personal que aveces tenemos la dicha de experimentar, habremos de vaciar todas nuestras energias y nuestros mejores intentos pues ya esta vencida desde hace mucho tiempo esa deuda...esa deuda que tenemos con nosotros mismos, la cual nos prohibe sentir y experimentar y apreciar y.... vivir?
:P
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